Seguro que más de una vez has tenido serias dudas sobre qué calzado escoger. Sabes que hay un zapato que te gusta, pero no lo puedes llevar mucho tiempo porque te hace daño, ¿verdad?. Aquí aprenderemos a cómo elegir el zapato de mujer más adecuado.
Pues no te preocupes más, porque en realidad es muy fácil saber escoger un zapato cómodo para mujer. Solo hace falta tener en cuenta algunos tips que te voy a explicar en este post. ¡No te lo puedes perder!
Quizás estás leyendo esto solo porque algunos calzados te hacen daño y no quieres pasar ese mal rato, pero en realidad es importante para la salud saber escoger unos buenos zapatos.
Hay cientos de enfermedades relacionadas con el uso de un mal calzado. Entre las más conocidas están los juanetes y los dolores en la espalda.
Para evitar esto, solo tienes que tener más cuidado al escoger tu zapato. Ten en cuenta que, por muy bonitos que se vean esos tacones que tanto te gustan, pueden ocasionarte algunos problemas a la larga que no serán nada agradables.
Siguiendo estos consejos podrás combinar comodidad y moda sin tener que preocuparte por visitar al podólogo en el futuro.
Seguramente ya conoces algunos de estos trucos, pero nunca está de más recordarlos.
Si sigues estos tips a la hora de escoger tu calzado, verás cómo tus días serán más sencillos y caminarás por la vida con una sonrisa.
Si tuviéramos que decidir qué es lo más importante a la hora de calzar cómodamente, sin duda pensaremos en la talla.
Debes tener en cuenta que hay distintas formas de medir la talla, dependiendo del país en el que hayan sido producidos esos zapatos. En cualquier caso, suelen venir acompañados de una etiqueta con la equivalencia de tallas.
Sin embargo, cada marca es un mundo. La talla puede servirte como guía, pero la mejor forma de saber cuál es la tuya es probándote esos zapatos y caminando un poco.
Recuerda siempre probar con ambos pies, ya que suele haber pequeñas diferencias que afectan al resultado final.
No hace falta pensar mucho para saber que, si vamos a correr, necesitamos unas deportivas.
Pero eso no significa que el resto del calzado sirva para cualquier cosa. Debes tener en cuenta que hay muchos tipos de zapatos, y no es lo mismo calzar tacones que sandalias planas.
Siempre, antes de escoger cualquier zapato, debes pensar para qué vas a usarlo y si cumple bien su función. Así evitarás dolores y problemas que te pueden afectar a largo plazo.
Que el precio de unos zapatos sea muy bajo puede deberse a que los materiales con los que está hecho no sean los mejores.
Un zapato de mujer debe cuidar siempre que el material sea de buena calidad, ya que la flexibilidad y la transpiración son fundamentales para evitar problemas.
Además, recuerda que una de las mejores formas de comprobar si un zapato es bueno es observando su uso. Los zapatos baratos se irán gastando muy rápido, mientras que los buenos durarán lo que haga falta.
Una vez ya sabes tu talla y conoces los materiales de los que está hecho el zapato, es hora de fijarse en otras partes del calzado.
Seguramente nunca te has parado a ver la suela o el talón, pero es importante tenerlo en cuenta.
La suela del zapato debe ofrecer un buen agarre para evitar caídas peligrosas. Además, es importante comprobar la parte interna para saber si se adapta correctamente a nuestra planta, ya que puede que en algunos casos necesitemos alguna plantilla para ajustarla correctamente.
El impacto que generamos al andar se tiene que absorber por esta parte del calzado. Si no lo hace correctamente, podemos sufrir problemas a largo plazo en las articulaciones, que se estarían llevando parte de esa carga.
Para elegir el zapato de mujer debemos fijarnos en nuestro talón y en la parte trasera del zapato. Puesto que es la responsable de muchas de esas molestas heridas que después tenemos que andar tapando con tiritas.
No debes olvidar que esta parte no puede rozar en exceso, ya que eso indicaría que el zapato te queda pequeño o que el material es demasiado duro.
Es quizás la parte en la que menos te fijas. De hecho, no todos los zapatos lo tienen, como los que van abiertos.
Sin embargo, una lengüeta demasiado baja o demasiado dura podría causarnos heridas en la parte frontal del pie. También clave para elegir el zapato de mujer.
A la hora de comprobar si resulta cómodo, también debes tener en cuenta qué método usa para atar, si son cordones, correas u otro sistema, ya que eso afectará a la presión que ejercerá sobre el empeine.
Ahora que ya sabes qué zapatos son más cómodos y te convienen más desde el punto de vista de un podólogo, queda el último punto: sentirte bien con ellos.
¿Vas a comprarte los zapatos más cómodos aunque no te gustan? Claramente no, porque si fuera así, todos iríamos en zapatillas y deportivas.
Debes sentir que los zapatos te sientan bien, que estás a gusto con ellos y que te permiten caminar de la forma más natural posible. En definitiva, que sean como una parte más de ti.
Seguro que ahora que has leído estos consejos, sabrás escoger unos zapatos cómodos de mujer de forma mucho más sencilla.
En realidad, todo se reduce a sentirse bien con ellos. El mejor consejo que se puede dar es el de escuchar a tu propio cuerpo, ya que él sabrá lo que le conviene más.
La próxima vez que vayas de compras, pon en práctica estos consejos ¡y verás qué bien te sientes!